sábado, 26 de mayo de 2007

Para Orar desde la Vida

Domingo de Pentecostés
  • Pasa unos minutos tranquilizándote
  • La oración es un encuentro con Dios, intenta ahora estar en su presencia
  • No vives sólo en la oración: estas en nombre de muchos hermanos (tu equipo, la asamblea de la HOAC, tu familia, compañeros de trabajo... ) Siéntete unido a ellos.
  • Rezamos desde la vida para mirarla con los ojos de Dios.
  • Lee despacio el Evangelio.

La Palabra de Dios
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros.
Como el Padre me envió,
también yo os envío.»
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.
A quienes perdonéis los pecados,
les quedan perdonados;
a quienes se los retengáis,
les quedan retenidos.»
San Juan, capítulo 20,19-23

Momento de oración
El miedo y la oscuridad se transforman con la presencia de Jesús resucitado en paz, alegría y envío misionero.
Hoy, la violencia, la injusticia, la mentira, la corrupción social acobardan nuestro corazón, y nos entra el desaliento y la desesperanza.
Jesús nos ha asegura que no nos dejará solos. El Espíritu Santo se ha metido en la historia humana. Irrumpe en nuestro interior, traspasa las puertas del corazón e ilumina el entendimiento para que comprendamos que no nos ha abandonado; y nos envía para ser fermento de transformación en nuestro mundo.

  • Invoca al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Santo, Fuerza y Vida que alientas en toda la Creación: derrámate hoy de nuevo sobre la creación y sobre todos los pueblos, para que podamos encontrarte y podamos encontrarnos en ti, unidos en amor a todo lo que existe”.
  • Trata de escuchar las proposiciones que el Espíritu puede suscitar en ti
  • Educa tu mirada para lograr “ver” al Espíritu actuando en las personas, acontecimientos, etc. que se mueven a favor del proyecto de Jesús de Nazaret.
  • Ofrécete a seguir colaborando con Él, y dale gracias porque cuenta contigo.

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