sábado, 28 de abril de 2007

Para Orar desde la Vida


DOMINGO IV DE PASCUA

  • Pasa unos minutos tranquilizándote.
  • Hazte consciente de la presencia amorosa de Dios. Él está contigo.
  • Exprésale los deseos profundos de tu corazón.
  • Toma conciencia de la realidad del mundo, el barrio, la familia, la HOAC, tu propia persona.


LECTURA DEL EVANGELIO Juan 10, 27-30

A) En aquel tiempo, dijo Jesús:-- Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno.

B) Claves desde donde poder orar:

  • Decimos creer en Dios pero de hecho vivimos como si no existiera. Por eso te invito a que guardes silencio. Leas el evangelio y compruebes qué eco tiene la voz de Dios en ti, en tu vida. ¿Escuchas su voz? ¿La sigues? ¿Tu vida es la de un seguidor del buen Pastor? ¿O por el contrario, se te olvida que el Pastor cuida y guía la vida de su rebaño, de la humanidad, de cada persona...? A lo mejor solo piensas en tus posibilidades y vives “huérfano”, sin Pastor, vives sin saber caminar en la presencia de Dios.
  • Hay un versículo del evangelio de hoy que nos recuerda: “Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre.”Creo que saborear esta frase hasta que vayas haciendo la vida, puede ser un buen ejercicio de oración. Dios supera a todos. No abandona a nadie. El mundo está en manos del Padre.
  • Termina reviviendo tu seguimiento hacia él y dándole gracias por su fidelidad para con su “rebaño”.

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